Ardillas agotadoras
Cuarta película, sí, cuarta película de Alvin y las ardillas. Y mientras la taquilla acompañe seguiremos sufriendo la degradación de un producto que ya nació mediocre. La primera de las películas se hizo en el año 2007 y era una adaptación de los personajes musicales y posteriormente de animación. La gracia del trío de ardillas cantantes nunca fue algo extraordinario pero la animación digital les permitió volver a la vida y ser un éxito en cine. Esta vez el trío de ardillas digitales se enfrenta a la posibilidad de que su amigo Dave las abandone si –como ellas creen- le pido matrimonio a su novia en el viaje a Miami. Viajarán entonces con el podría convertirse en su “hermanastro”, un joven con el que ya han tenido problemas anteriormente. Enemigos con miedo a convertirse en familia son los protagonistas de historia. Hay que sumarle un representante de la ley –que asocia a las ardillas con un trauma de su pasado- que las perseguirá y será víctima debido a eso de todos los trucos del trío de ardillas. A pesar de que la animación es impecable, la rutina se apodera por completo de una película que repite todos sus chistes. Un cameo de John Waters es un lujo que esta película no se merece, pero el cinéfilo que por accidente se cruce con este film sin duda lo agradecerá. No faltan canciones interpretadas por el trío animado, pero más que mejorar la trama, la extienden de más. La inocencia de aquellas canciones de 1958 en el 2016 tienen poco para aportar. La fórmula está completamente agotada y no da para más. Las citas a otras películas no suman nada y aunque el oficial que las persigue es interpretado con pura pasión por Tony Hale, los gags son demasiado malos como para aferrarse a ese único personaje. El formato de road movie (el título original es Alvin and the Chipmunks: The Road Chip) que la película adquiere solo le permite cambiar locaciones para distraer al espectador frente a esta pobre película. A juzgar por los resultados artísticos aquí logrados (o más bien no logrados) uno podría ilusionarse con que sea la última de las películas de Alvin y las ardillas. Pero si vemos la taquilla, es posible que las secuelas sigan apareciendo.