Amanda

Crítica de Diego Batlle - Otros Cines

Vincent Lacoste (una de las revelaciones de Plaire, aimer et courir vite, película de Christophe Honoré estrenada en el Festival de Cannes 2018) interpreta a David, un parisino de 24 años que se gana la vida atendiendo a turistas que alquilan departamentos y en tareas de jardinería para el municipio. Su padre ha muerto y a su madre (Greta Scacchi), que vive en Londres, no la ve hace mucho tiempo. Por lo tanto, su universo familiar se remite a la relación con su hermana mayor Sandrine (Ophélia Kolb), una profesora de inglés y madre soltera, y a su sobrina de siete años, Amanda (la debutante Isaure Multrier). 

Más allá de cierto caos y estrés de la vida urbana, todo marcha razonablemente bien para el veinteañero, que incluso inicia un romance con Léna (Stacy Martin), una joven pianista recién llegada a la ciudad. Sin embargo, a los pocos minutos de relato un atentado terrorista sacude a un parque parisino y Sandrine resulta una de la tantas víctimas fatales. En medio de la bronca y del dolor, todavía aturdido y descolocado, David debe hacerse cargo de la pequeña Amanda, que tampoco tiene demasiados recursos como para afrontar semejante tragedia.

Lo mejor de este nuevo largometraje de Mikhaël Hers (Memory Lane, Ce sentiment de l'été) tiene que ver con varias cosas que propone, pero también por las que elude. Más allá de algunas escenas que están al límite de lo creíble y de ciertos excesos de la banda de sonido, el film evita caer en el melodrama aleccionador o lacrimógeno, en la bajada de línea y en el subrayado. Opta, en cambio, por un tono austero, por una bienvenida ligereza que no significa superficialidad ni banalidad. Las actuaciones sintonizan a la perfección con el tono que el director busca y, así, la película va del tearjerker al crowd-pleaser con bastante dignidad y nobles recursos.