Es la cuarta película de la saga de vampiros jóvenes y sexys que comenzó en 2008 con “Crepúsculo”, que en verdad se divide en dos. La primera parte de “Amanecer” trata sobre el casamiento entre Bella y Edward, y de los problemas que deben asumir al concebir a un bebé, mientras el hombre-lobo Jacob intenta advertir sobre el peligro que corre la vida de Bella. Esta clara de entrada la intención mercantil de la producción de contar el final de la historia en dos películas, estirando hasta el hartazgo las secuencias reciclando una y otra vez los escarceos amorosos de los protagonistas. Es así que “Amanecer” se transforma en un relato romanticón sin emoción ni acción, donde nunca hubo grandes actuaciones. Encima, esta vez, habrá que esperar hasta 2012 para conocer su desenlace. Para ir al cine, no sin antes proveerse de una ristra de ajos.