Nikki (Ashton Kutcher) es un joven que quiere una vida fácil, vivir cómodamente en Hollywood y sin trabajar. Para alcanzar ello, apela a su atractivo sexual, que cautiva a todas las mujeres a su alrededor, logrando incluso, vivir de una cuarentona que le permite quedarse en su casa. Pero la vida sorprende a este joven cuando se enamora de Heather (Margarita Levieva) quien, curiosamente, utiliza la misma metodología que él.
Que el sexo y el dinero son las dos grandes debilidades del hombre, y que se puede renunciar a todo cuando llega el amor parecen ser los dos claros mensajes de Amante a domicilio. Sin embargo, el argumento es débil, por no decir insignificante. Parecería ser que toda la película está sostenida sobre las escenas de alto voltaje que se transforman, de alguna manera, en la razón de ser de este film.