Película definida como "comedia sexual", protagonizada por Ashton Kutcher, quién hace el personaje de Nikki, un gigoló que se pasa la vida teniendo relaciones sexuales con mujeres bellas y ricas, apañado en su supuesta belleza facial y carisma.
La primer parte del film nos muestra a Nikki involucrado con Samantha (Anne Heche), una bella y rica rubia de más de 40 con una lujosa casa.
Pero resulta que Nikki no es el que pretende, ese galán sofisticado y culto, sino que es un vagabundo de los que los yankis llaman "homeless" (sin casa), no tiene trabajo ni se preocupa por tenerlo, solo se dedica a tener sexo con estas mujeres y que ellas le abran las puertas de su casa y lo mantengan económicamente a cambio de este "servicio"
Y eso es lo que se ve al principio, Nikki y Samantha conviviendo y teniendo constantes escenas de sexo, en distintas posiciones como si fuera un pequeño Kamasutra ilustrado.
Hasta que este muchachito es atacado repentinamente por ese mal necesario llamado “amor” y la “víctima” esta vez es una tal Heather (Margarita Leveiva) una moza de bar, de apariencia latina, que logra que este dandy de poca monta se enamore y deje sus andanzas sexuales.
Pero lo que el no sabe es que Heather, juega su mismo juego, se acuesta con hombres de mucho dinero solo por esa razón en búsqueda de un futuro económico seguro.
Si bien el final es pasable, y la película mal que mal entretiene, el desarrollo es muy simple, no hay nada que nos enganche o que sorprenda. Arranca bien, pero se diluye.
La escenas de sexo, con las cuales intenta vender este film, no duran mas de 30 segundos cada una, o sea si en esta película no estuviera Ashton Kutcher hubiera sido una mas, desapercibida, que podría haber recalado en las trasmisiones nocturnas de películas porno soft de canales como Cosmopolitan o I-Sat.