Un técnico de televisión (Esteban Lamothe) al que acaban de echar de casa se instala en un departamento prestado por uno de los socios de su empresa (Alejandro Awada), que es el dueño del edificio. Allí se encontrará, buscando en casettes umatic la bizarra Sangre de Vírgenes, de Emilio Vieyra, con unos videos de porno casero protagonizados por la esposa del señor (Jazmín Stuart), que tiene en el mismo lugar una ong. También hay una encargada (Eleonora Wexler) que parece saber mucho más de lo que aparenta. La atracción que empieza a sentir por esa mujer -bella pero psicótica- parece develarse como una gran trampa. Amateur tiene un buen nivel de realización y la bienvenida osadía de atreverse con un thriller con carga erótica. Pero el guión avanza caprichosa, arbitrariamente y todo se ve forzado, poco creíble, aún para personajes tan retorcidos como estos.