Néstor Frenkel es un cineasta que, luego de un breve paso por la ficción con Vida en Marte, ha destinado su carrera a largometrajes documentales plenos de originalidad y hallazgos. Buscando a Reynols ofreció la singular visión de un muchacho con síndrome de dawn baterista con su propio e inclasificable grupo de rock, y Construcción de una Ciudad abordó con lucidez y sensibilidad la historia de un pueblo entrerriano arrasado en pos del progreso, vuelto a reconstruir de manera esquemática, para luego transitar por su tercera fundación. Ahora con Amateur Frenkel encuentra otra veta expresiva a través de un insólito cineasta aficionado al margen de todo tipo de cine existente y recolector de datos sobre la cinematografía mundial, entre otras cosas. Protector apasionado de su propia y abundante obra, este odontólogo, conductor radial, filatelista y fundador de un peculiar grupo de boy scouts tiene un caballito de batalla llamado Winchester Martín, un western pampeano kistch en súper 8 con el que está a punto de llegar a su tercer remake. Un personaje increíble e infatigable que se apropia de la película, aunque los primeros diez recorriendo material visual casero anónimo propongan asimismo un momento extraordinario. Una pieza fuera de serie que, más que al cine, homenajea a la cámara cinematográfica.