Aficcionado
Hace unos meses escribí esta crónica sobre el encuentro de superochistas que se hace todos los años en el Centro Cultural Rojas. En ese post nombré algunos de los materiales que me resultaron más interesantes o extravagantes de los que se pudieron ver ese día. Uno de los que más me llamó la atención fue presentado por un tal Jorge Mario, un odontólogo que venía de Concordia a mostrar sus viejos rollos.
Jorge Mario contó que es un aficionado al Super 8 que a principios de los 70s se juntó con unos amigos para filmar varias películas caseras, entre ellas un western, su género favorito. Esa vez, en el Home Movie Day, proyectaron Winchester Martín, una historia de amor y venganza que rodó en las afueras de Concordia. Sentado entre el público, con el micrófono en la mano, nos detalló cómo se hizo cada escena y representó en vivo algunos de los diálogos mientras mirábamos la película en la pantalla grande. El western podía resultar gracioso por ese intento de copia de las grandes producciones de Hollywood y de cada uno de los tics del género, pero lo que brillaba era el relato apasionado que hacía el Dr. Mario de sus aventuras con la cámara. Y parece que no sólo a mí me pareció un personaje singular: Néstor Frenkel (el mismo de Construcción de una ciudad) estaba ese mismo día registrando todo para está película, Amateur. (Me pueden ver en un par de planos, es mi primera aparición en cine).
El Jorge Mario que escuché ese día no es muy diferente del que se puede ver en Amateur. Sigue siendo alguien que resalta por su entusiasmo para hacer cosas con la inocencia de otra era, pero suma otras actividades a las que asiste con el mismo ímpetu. No sólo es un fanático del western, también de todo el cine, y es conductor de un programa radial, líder de un grupo de boy scouts, jugador de paddle, filatelista y varias cosas más. La cámara de Frenkel lo acompaña a donde tenga una tarea por cumplir y escucha sus anécdotas. Lo espía en la plaza cuando quiere hacer firmar una petición para que conserven un álamo donde Jacques Tourneur filmó El camino del gaucho o lo deja hablar sobre planos, cortes, paneos y travellings.
Al principio y por momentos puede parecer una película que está al borde de la burla, pero en seguida asume un camino in crescendo hacia los mecanismos y la puesta en escena de la ficción. Ese camino va haciendo de la persona un personaje, uno consciente que puede reírse de sí mismo y de sus obsesiones junto al público sin ningún tipo de culpa. El Dr. Mario es un hobbista empedernido, y en Amateur asume en cada hobbie un personaje, con su ropa y su actitud adecuada para cada labor. También puede ser actor aficionado.
Al final le proponen hacer una remake de su película más querida, Winchester Martín. Y aunque Amateur ya llegó al punto en que su protagonista está interpretando el papel del pesado que recluta el equipo de filmación, que le pide al carnicero, a los amigos, a quien sea, que se unan a esta nueva aventura, cuando van a rodar la primera escena la ficción se desvanece y la felicidad que siente el Dr. se vuelve completamente real.