Este nuevo film es la secuela, aunque no tenga continuidad, de "Black Water" de David Nerlich y Andrew Traucki de 2007, y en ese momento fue muy bien recibida. Ahora el director Traucki vuelve a apostar al mismo género. Dos parejas compuestas por Jennifer (Jessica McNamee) y Eric (Luke Mitchell) y Yolanda (Amali Golden) y Viktor (Benjamin Hoetjes ) más otro amigo, Cash (Anthony J. Sharpe) experto en el tema, deciden hacer un tour hacia la aventura: adentrarse en unas cuevas y túneles inexplorados en el medio de un bosque al Norte de Australia. Lo extraño es que todavía se escucha la noticia de la desaparición de otra pareja de japoneses que todavía no fueron hallados...a pesar de eso, los cinco deciden vivir la experiencia. Al bajar mediante sogas descubren las oscuras cavernas, y a los pocos minutos el agua comienza a subir de nivel por un sacudón que después descubrirán que fue a causa de un enorme y voraz cocodrilo. El movimiento provocó que las rocas sellaran la salida...ya no pueden salir por ahí, con lo cual comienzan a buscar posibilidades con la amenazante criatura esperando poder atacar a cada uno de ellos. A favor del film debo admitir que la sensación de claustrofobia y el suspenso se mantienen, (con leves, leves recuerdos de "El Descenso") y que el cocodrilo está bien logrado. Las desventajas son varias, a saber: los personajes no son atractivos para el espectador y aunque se vislumbran temas sentimentales en el medio de la tragedia, no alcanza. El guion es simple y los efectos visuales no deslumbran. Sólo para súper fanáticos del género.
Título original: Black Water: Abyss
Año: 2020
Duración: 98 min.
País: Australia
Director: Andrew Traucki
Guion: John Ridley & Sarah Smith
Música: Michael Lira
Fotografía: Damien Beebe
Reparto: Jessica McNamee, Luke Mitchell, Amali Golden, Benjamin Hoetjes, Anthony J. Sharpe, Louis Toshio Okada, Rumi Kikuchi.