Una expedición de vida o muerte
“Amenaza en lo profundo” (Underwater, 2020) es un thriller de ciencia ficción dirigido por William Eubank y co-escrito por Brian Duffield y Adam Cozad. Protagonizado por Kristen Stewart (Blancanieves y el cazador), el reparto se completa con Vincent Cassel (El cisne negro), Jessica Henwick, T.J. Miller, John Gallagher Jr. (Calle Cloverfield 10), Mamoudou Athie (Sorry for your loss), entre otros. El film constituye la última producción estrenada bajo el sello de 20th Century Fox (la empresa de ahora en más se llamará 20th Century Studios al ser adquirida por Disney).
Muy en el fondo del océano Pacífico, en la fosa de las Marianas, 316 tripulantes se encuentran en la estación Kepler de Tian Industries. Debido a una fuerte explosión, la mecánica Norah Price (Kristen Stewart) tiene que correr hasta un lugar seguro para salvar su vida, cerrando las compuertas lo antes posible. Junto al capitán Lucien (Vincent Cassel) y sus compañeros Paul (T.J. Miller), Emily (Jessica Henwick), Smith (John Gallagher Jr.) y Rodrigo (Mamoudou Athie), Norah tendrá que emprender una caminata de 1,5 kilómetros para llegar a otra estación estable con módulos capaces de transportarlos hacia la superficie. Sin embargo, en este recorrido por la supervivencia, el grupo se dará cuenta que una criatura marina desconocida (o varias) atenta contra su misión.
¿Qué pasa si mezclamos lo que sucede en la notable “Alien: el octavo pasajero” (Alien, 1979) con “Life: vida inteligente” (Life, 2017), que a su vez tomó varios elementos de la primera? Obtenemos una cinta como “Amenaza en lo profundo”, con la única diferencia que la acción aquí transcurre debajo del agua. Sin embargo, el problema de la película no pasa por la falta de originalidad. Más bien, el principal desacierto está en que desde la primera escena la acción se hace presente, lo que no nos va a dar tiempo para conocer a los personajes y tratar de empatizar con ellos.
Ya hace rato que Kristen Stewart se despegó de la mala fama que le conllevó haber interpretado a Bella Swan en la saga “Crepúsculo” (Twilight), por eso no es sorpresa que brinde una buena labor. Los demás actores también otorgan un desempeño correcto, a excepción de T.J. Miller, el cual queda relegado a ser el alivio cómico en una historia que no amerita para nada el uso de chistes. No obstante, se hace muy complicado conectar con una trama ya vista, que en la mayoría de su metraje parece un videojuego, y que encima no cuenta con unos guionistas a los que les interese dar más que un par de mínimos detalles sobre el trasfondo de personajes.
Con respecto a la fotografía, en vez de ver nítidamente lo que ocurre, vamos a tener que vislumbrarlo. Aunque la justificación es válida (debajo del océano reina la oscuridad y los tripulantes tienen poca luz), se puede llegar a pensar que la falta de presupuesto afectó al filme. Además, algunas escenas son cortadas repentinamente sin mostrarnos cómo el grupo se las arregló para ingresar otra vez a la nave.
Por otro lado, ¿es necesario que en casi todas las secuencias de acción la protagonista esté en ropa interior? La respuesta es no. Sexualizar a la heroína de esta historia no hace más que reafirmar que en Hollywood la mujer aún no cuenta con los mismos derechos que el hombre.
Aunque “Amenaza en lo profundo” cuenta con un mensaje ecológico muy claro y necesario alrededor del daño que ocasionan las plataformas perforadoras de los océanos, aparte de un buen desenlace, el guión falla a la hora de conseguir tensión. Más aburrida que entretenida, muy pronto la cinta cae en ser más de lo mismo.