El joven William Eubank fue haciéndose un pequeño hueco en el cine más indie de Estados Unidos.
Tras sus dos primeros trabajos, “Love” y “The Signal” (ambos de ciencia ficción), pega un salto
industrial mucho más grande, aunque sin alejarse del fantástico.
En “Underwater”, se muda del espacio a las profundidades marinas con un presupuesto de $65
millones de dólares, y un reparto encabezado por Kristen Stewart y el francés Vincent Cassel,
además de contar con la protección del sello Disney (ahora dueña de Fox).
Una tripulación de seis integrantes quedan atrapados en una instalación submarina que se está
inundando a gran velocidad como consecuencia de un sismo. Sin embargo, poco a poco se irán
dando cuenta de que en las afueras están siendo acechados por unos monstruos marinos.
Tranquilamente “Underwater” pudo haber transcurrido en un planeta extraño, porque posee todos
los elementos de una ciencia ficción de gran escala. La plataforma marina cuasi como una nave, los
enormes trajes, muchas referencias a la obra maestra de Ridley Scott, “Alien”, y toda la construcción
de ese fondo marino como si se tratara del espacio.
La película estalla el conflicto ya en los primeros minutos, con una cámara inmersiva metiéndose por
los rincones al lado de sus personajes. “Underwater” tampoco pierde demasiado el tiempo en
mayores complejidades narrativas. Es lo que es, y así se siente satisfecha.
William Eubank se apega tanto a la fórmula, que el camino se hace bastante predecible y lineal, pero
“Underwater” tiene cierto encanto en el uso de la oscuridad y los sonidos. Eso la hace muy
entretenida y disfrutable.
Hollywood cada vez está menos interesado en financiar estas películas, y para los que disfrutamos
de ellas, “Underwater” es una especie de regalo que nos da todo lo que queremos.
Serie B, algunas dosis de sangre y monstruos. ¿Qué más le podemos pedir? Cumple en lo que se propone.