Amenaza en lo profundo no pierde el tiempo en presentar los conflictos individuales de los protagonistas, tan usual en las películas de cine catástrofe. William Eubank, apoyado en una muy buena cinematografía de Bojan Bazelli, va directo al meollo, es decir el peligro y la consecuente acción al desatarse un terremoto en las profundidades del océano que afecta a una instalación submarina a más de 10.000 metros de profundidad. Los créditos iniciales dan la escueta información necesaria, para que ni bien se inicie la trama, surjan las explosiones, los desbordes de agua, las corridas, el caos propio de un desastre eminente. De a poco se reagrupan los escasos sobrevivientes, entre ellos el comandante de la base quien decide el rumbo a seguir, un camino lleno de peligros hasta una lejana plataforma petrolífera abandonada, a lo largo del cual varios quedarán sin alcanzar el objetivo.
El género de aventuras dará paso al horror al despertar de su letargo, entre el sismo y las excavaciones inapropiadas, a una serie de criaturas mezcla de “aliens” y del pulpo gigante de 20000 leguas de viaje submarino (Richard Fleischer – 1954). Kristen Stewart, protagonista indiscutible, oscila en su vestuario entre una ropa interior para las actividades en ámbitos cerrados, más propia de un gimnasio playero, y un traje pesado similar al de los astronautas con escafandra para los desplazamientos en el exterior. En un film que rememora los de clase B, no desentona que en una escena uno de los monstruos se devore a la técnica, se indigeste con tanto acero y plástico y luego la expela por uno de sus orificios. El rechazo tiene dos propósitos: la salvación de Stewart y la continuidad del film.
Los primeros planos, en especial de los rostros detrás de las escafandras, acentúan el ámbito claustrofóbico en muchas de las situaciones. En tanto que los colores azules oscuros y difusos resaltan lo siniestro que precede a la aparición de los depredadores. Entre los personajes, están los héroes que no dudan en sacrificar sus vidas para resguardar la de otros y los solidarios que no abandonan al compañero herido. No existen caracteres perversos, el mal está afuera en el fondo del océano, como advertencia y venganza del aprovechamiento indebido de la naturaleza.
Un llamado de atención por la falta de respeto hacia la ecología, un dardo indirecto hacia el gobierno norteamericano, un futuro sombrío por el uso indiscriminado de los recursos naturales. Son algunos de los interrogantes de un film pleno de tensión y suspenso que se apoya además en un buen diseño de producción y una efectiva banda sonora.Valoración: 65