La premisa es parecida a la de la genial y maldita “El Abismo”, de James Cameron: una estación que investiga el fondo del océano sufre un terremoto y queda en peligro cuando sobreviene lo fantástico. Aquí hay muchos problemas de guión, solo solventados por el enorme compromiso que tienen los actores: Kristen Stewart cree en el personaje que está interpretando y eso permite que sintamos algo a pesar de tantas fallas.