En Máxima velocidad (1994) había un ómnibus que, si bajaba de una determinada velocidad, explotaba. En Crank: Muerte anunciada (2006), un asesino a sueldo despertaba con la noticia de que había sido envenado y que, si no lograba mantener lo suficientemente alto su nivel de adrenalina, moría.
Remake de la española El desconocido, de Dani de la Torre, Amenaza explosiva (título genérico si los hay…) asoma como una mezcla entre aquellas dos películas, aunque sin llegar a la altura de la acción trepidante de la primera ni al desquicio de la segunda. Es, apenas, un film sostenido por una premisa cuya sencillez es directamente proporcional a lo inverosímil de su guion.
Todo comienza cuando el gerente de un banco sube a su auto junto a sus hijos para empezar un día en apariencia igual a tantos otros. Todo cambia cuando recibe una llamada anónima alertándolo de que se ha sentado sobre una bomba y que, si intenta dejar el vehículo o hace algún movimiento extraño, volará por los aires. ¿Qué debe hacer para evitarlo? Depositar una suma millonaria de dinero en una cuenta.
A eso le sigue una hora y media durante la que el pobre gerente deberá sortear los mil y un obstáculos con tal de mantener viva a su familia. Obstáculos cada vez más imposibles hasta amarrar en un puerto donde impera la tranquilidad de un motivo concreto para la amenaza. Esas explicaciones conspiran contra la eficacia de una premisa que, llevada a su extremo y evitando ciertas justificaciones torpes, habría dado muchos mejores resultados.