La “Amenaza roja” de la era Obama
Generalmente hay una tendencia a olvidar por completo un film cuando su ideología resulta intolerable, y por este motivo las películas más reaccionarias de Hollywood suelen incomodar a historiadores y cinéfilos de derecha e izquierda por igual.
Al final de la Guerra Fria, la era reaganiana generó toda una ola de películas antisoviéticas, anticomunistas y especialmente chauvinistas, con "Rocky 4" y "Rambo 2" a la cabeza. Pero el cine reaganiano también dio una de las mejores películas de Clint Eastwood, "Firefox", que después de tantos años sigue siendo un film jamás programado en TV o cable, ni disponible en DVD, ni nada de nada. Ni hablar de la obra maestra de John Milius "Red Dawn" (Los jóvenes defensores) que en 1984 marcó el non plus ultra del cine reaganiano. Una invasión soviético-cubana caía en paracaídas para destrozar el american way of life, aunque a los guerrilleros Patrick Swayze, Charlie Sheen y C. Thomas Howell la amenaza roja les servia para sacrificarse como los próceres de la independencia de los libros de historia.
La incorreción política era tal que ni el propio estudio supo muy bien qué hacer con un gran film que debe entenderse como una distopía futurista más relacionada con la singular personalidad de Milius (guionista de "Apocalipsis Now", realizador de otros títulos formidables como "El viento y el león" y "Dillinger").
Ya no hay Guerra Fria, cortina de hierro ni amenaza de guerra nuclear, ni tampoco republicanos en Washington, de modo que la nueva ola de películas chauvinistas de la era Obama (un ejemplo terrible es la reciente "Ataque a la Casa Blanca") resulta mucho más injustificada. Corea del Norte es ahora el enemigo rojo, y el director de esta nueva "Red Dawn" al menos se las ingenia para describir en un breve prólogo el nuevo orden mundial que podría volver verosímil la invasión norcoreana a los Estados Unidos.
Detalle que no vuelve menos descabellada esta película muy bien filmada, agil, vertiginosa y realmente interesante al concentrarse en la idea de una guerrilla adolescente dispuesta a combatir a los invasores totalitarios.
Obviamente este nuevo despliegue de incorrección política no tiene el vuelo del film de Milius, ni tampoco el talento de actores como Harry Dean Stanton (que era recluido en un autocine convertido en campo de concentración y adoctrinamiento comunista). El guión tampoco favorece mucho a los norcoreanos, a diferencia de Milius, que trataba con mucho respeto a los invasores cubanos. En cambio hay originales elementos de ciencia ficción relacionados con novedosas armas de destrucción masiva de estos bastardos comunistas del siglo XXI.
De todos modos, no vale la pena tomarse esta "Amenaza roja" seriamente, sobre todo teniendo en cuenta qie es tan absurda como entretenida.