Todos sabemos lo patriotas que son nuestros vecinos del norte cuando se habla de películas bélicas. Ya sea contando un poco de historia (Pearl Harbor), imaginando invasiones alienígenas (Día de la Independencia), o contando historias de superación personal (Nacido el 4 de Julio, Hombres de Honor). Pero, ¿qué pasa cuando intentan justificar sus actos mediante un reflejo en una situación actual?
Suena un poco rebuscada la frase, pero imaginen: EU invadió Afganistán en la justificación de destruir las armas químicas que poseían. Ahora imaginen que Corea del Norte, en una especie de golpe de estado, decide invadir los EU sin previo aviso, tomando el poder en las calles y sembrando el pánico. Una situación que podría darse con la tensión política actual y que, sin embargo, pasa de ser un conflicto mundial a una escala local. Y es que, Jed Eckert (un acartonado Chris Hemsworth) es un soldado que no encuentra su lugar después de regresar de la guerra de Irak. Su incomprendido hermano Matt (Josh Peck, a quien por cierto no le sentó nada bien bajar tanto de peso), sólo tiene problemas con él. Y un día cualqueira, comienzan a llover paracaídas del cielo con soldados orientales que comienzan a capturar a la gente y a matar a quienes se le resistan. Obvio, el espíritu de libertad está presente, y formando una pequeña guerrilla, Matt y Jed, con otros amigos, forman una resistencia que se hace llamar "The Wolverines" y crean disturbios con tal de vengar las muertes de unos seres queridos.
Es totalmente una película de acción, y como tal, no esperen muchos diálogos ni justificación de acciones. Todos saben hacer acrobacias, todos esquivan balas y siempre salen bien librados. El típico giro del final está presente y obvio, dejan abierto el final para una posible secuela. Sin embargo, nada funciona bien aquí. Nunca hay empatía con los rebeldes. Nunca hay justificación de invasión y curiosamente, nunca hay intervención del ejército del país. Todo depende de los atontados jóvenes enamorados que se guían por sus sentimientos, y en una historia que pudo haber resultado en una mejor película de acción, termina por volverse completamente aburrida, predecible y sin sentido. Ni los nombres del cartel bastan para hacer un producto más atractivo para las audiencias. Olvidable de pies a cabeza. Dirigida por Dan Bradley (debut en la silla grande), si la ven en cartelera o en su videoclub más cercano, huyan de ella!