La película dirigida por Todd Phillips, reconocido por la trilogía "¿Qué Paso Ayer?", apuntaba a ser una comedia pasatista del montón y quedar rápidamente en el olvido, pero sorprende por su critica y cinismo sobre una innegable realidad.
Basada en hechos reales e inspirada en el artículo de Guy Lawson para la revista Rolling Stone titulado "The Stoner Arms Dealers", Amigo de armas da cuenta de como dos jóvenes aprovecharon una iniciativa del gobierno de Bush padre donde el gobierno concedía licitaciones a pequeñas empresas para que proveyeran al ejército norteamericano de diversos servicios, satirizando una triste realidad que aun continua y con un relato entretenido, mordaz y con buenas actuaciones.
David Packouz -Miles Teller-, un joven que se gana la vida como masajista en Miami, se reencuentra con Efraim Diveroli -Jonah Hill-, su mejor amigo de la infancia, y ambos se adentran en el comercio de armas. Durante la guerra de Irak, aprovechan una brecha poco conocida en el sistema que permite a las pequeñas empresas pujar por contratos con el ejército de Estados Unidos, y empiezan con pequeños negocios que les permiten vivir la gran vida en Miami. Pero cuando la pareja de jóvenes logra un importante contrato armamentístico multimillonario con el Pentágono para suministrar armas a los aliados americanos del ejército afgano, los compromisos los exceden y se ven obligados a entrar en un mundo sombrío del cual será complicado salir.
Guardando cierto parecido con Lord of War, en el que su personaje principal Nicolas Cage pasaba vertiginosamente de la buena vida y diversión a luchar por su vida, aquí también el relato comienza en tono de comedia para mudar rápidamente al drama con acertados toques de humor y una feroz critica al sistema, que no ahorra cinismo y nada tiene que envidiarle a documentales como los de Michael Moore.
Al buen ritmo y los acertados dialogo del relato se suma la buena química entre Jonah Hill -con un papel similar a este en El Lobo de Wall Strett- y Miles Teller -quien sorprendió en Wiplash: Música y Obsesión-, muy bien secundados por Ana de Armas, Barry Livingston -Argo- y Bradley Cooper, entre otros.
Lo que aparentaba ser una típica y simple comedia de esas que pasan rápidamente al olvido, sorprende como satiriza una innegable y triste realidad, que a pesar de los hechos, aun hoy supera cualquier ficción.