David Packouz es un joven que se gana la vida como masajista, dando masajes a en Miami a personas con un alto poder adquisitivo. Cansado de su vida, decide emprender su propio negocio para poder mantener a su mujer y al bebé que está en camino; pero falla. Por causa del destino ,se reencuentra con Efrain Diveroli, su mejor amigo de la infancia. Charla va, charla viene, ambos se las ingenian y se asocian en un trabajo turbio, el cual consiste en vender armas de manera ilegal al Medio Oriente en pleno gobierno de George Bush.
Todd Phillips toma las riendas de plasmar en la gran pantalla un hecho ocurrido durante el 2007, que fue publicado en la revista Rolling Stone. En dicho artículo se contaba como dos amigos se vieron envueltos en un negocio de venta de armas y lograron un gran negocio del que podían obtener a su favor más de 300 millones de dólares. Tranquilamente esto podría haber sido una historia cruda y posiblemente candidata a alguna nominación a los premios de la academia, pero el director reconocido por dirigir la trilogía “¿Qué Paso Ayer?” decidió seguir el mismo camino que sus anteriores películas: la comedia, que aquí funciona bastante bien. Miles Teller (David) y Jonah Hill (Efrain) hacen una dupla perfecta, brindando momentos muy cómicos, sobre todo causa gracia escuchar a Jonah Hill, quien ya logró una actuación similar a esta en “El Lobo de Wall Strett”; en cambio Miles Teller después de sorprender en “Wiplash: Música y Obsesión” va demostrando que es un actor con una carrera prometedora.
Amigos de Armas quizás no sea la típica comedia para el público general que busca chistes fáciles, alguna que otra escena subida de tono o con una premisa simple. Esta película aborda un tema serio pero con un humor que se nota mucho en la primera mitad de la película, pero que durante la segunda mitad está presente en menor medida.
Una película divertida basada en hechos reales pero que no deja de lado su cuota de humor al estilo “El Lobo de Wall Street” de Martin Scorsese o “Sangre, Sudor y Gloria” de Michael Bay.
Lo bueno: Una dupla que funciona en cada escena a lo largo de toda la película, la participación de Ana de Armas y Bradley Cooper también son acertadas.
Lo malo: La segunda parte de la película se hará para algunos algo densa, pero no por eso menos entretenida.