Una impactante historia de aprendizaje
Un film de aprendizaje porque un empresario exitoso que a partir de un accidente quedará tetraplégico; aprenderá a valorar la vida y los servicios que le presta un ex presidiario que su vez comenzará su despertar hacia otros valores.
Frente a una cartelera que se sostiene en la megalomanía de los superhéroes y de films seriales, que cada día marginan más y más a los films que proceden de aquellas cinematografías que no pertenecen y que no son reconocidas por el imperio de las majors, un film como el que hoy presentamos, si bien se ubica en un elevado lugar de la taquilla en su país de origen, Francia, mira, en principio, hacia ese particular vínculo que se puede establecer entre dos personas que se identifican con diferentes culturas y contrastadas, opuestas, clases sociales.
El film de estos dos guionistas y realizadores, quienes ya han presentado desde el 2005 tres largometrajes, parte de dos carriles; por un lado del documental sobre el encuentro entre Philippe, este hombre de mediana edad, aristocrático, quien a partir de un accidente quedará tetraplégico, situación que de forma inmediata lleva a la búsqueda de un asistente a lo largo de todas las horas del día, a los fines de poder atender a sus necesidades, de poder resolver sus urgencias. Y es aquí, cuando tal como lo demuestra el documental primero, "A la vie, a la mort", entra en escena un hombre negro, joven, recién salido de la prisión, que habita en la periferia de París. Fue a partir de este film, que el mismo Philippe Pozzo di Borgo escribió su propia novela autobiográfica la que tiempo después pasó a ser guionada para su pasaje a la pantalla.
En principio, y desde un flashback inicial que recorrerá la extensión del mismo film, la ciudad de París no es presentada ya de manera turística sino desde esa mirada que se libra entre el centro y lo suburbano, entre los sectores privilegiados y los inmigrantes. Algunos apuntes ya en ese recorrido le permiten al espectador visualizar sensiblemente esa indiferencia suspendida y dilatada en la Francia de Sarkozy como espacio de referencia, como campo de acción para ubicar esta historia que nos permite varias lecturas; que tal vez engaña en esto de la fácil carcajada y en esto del best?seller, que lleva más a sonreir que a reir, que traza perfiles y bocetos más que completar retratos, que recrea a tantos personajes de la historia literaria.
Y en este sentido, podríamos pensar por igual a este film Amigos Intocables como un film de aprendizaje, de ambos; de este empresario, en la vida real de una tradicional firma de champagne y de este joven argelino, de nombre Abdel Sellou, que en el film se llama Driss y que por cierta analogía nos lleva a evocar al niño africano que interpreta Blondin Miguel en el sublime film de Aki Kaurismaki, Idrissa, El puerto. Un film que se puede calificar como un golpe al corazón (no al estómago!), por la manera en que ciertas emociones comienzan a aflorar, por lo que se intuye, por lo que no se puede llegar a expresar directamente; por esas limitaciones o por esa abierta espontaneidad... que a veces asusta a tantos.
En la vida de Philippe, como en la del personaje de "Las mujeres del sexto piso", todo estaba debidamente planificado; aquí, agravado por el dolor de una terrible situación paralizante. Y de pronto otra voz, que lejos de estar caricaturizada, le imprime a este hombre, sin compadecerlo, un movimiento y una capacidad de deseo de vida que no conocía hasta ese momento. Desde su ritmo que desacartona rituales fiestas familiares hasta su ingenua manera de conocer a los clásicos y esa festiva modalidad de celebrar el movimiento, transformando una silla de ruedas en un vehículo otro, Amigos Intocables va liberando su tono de fábula sin caer en ese tonto optimismo cifrado en el poder del dólar y en la tarjeta del crédito, como lo pretendía aquel olvidable film, así lo creo, con Jack Nicholson y Morgan Freeman.
Ante el estreno del film, que despertó algunas polémicas en círculos de la crítica, la respuesta de los jóvenes de la periferia fue la de la adoptar el film como un nuevo himno de batalla y a Omar Sy, de origen senegalés, como el ese héroe antiburgués que los identifica. Actualmente en cartelera, es el film más vista por la comunidad de los diferentes sectores de la periferia de París. Simultáneamente, en algunas páginas periodísticas, algunas firmas asociaban los planteos de este film con los que ya estaban presentes en las dos versiones de Perfume de mujer, en la relación de clase que se daba entre el chófer y la anciana dama en Paseando a Miss Daisy hasta llegar a establecerse alguna analogía con la igualmente nominada en varios rubros y oscarizada El discurso del Rey.
Así, Amigos Intocables, partiendo como tantas historias de la vida cotidiana, moviéndose en un registro que desde lo genérico se ubica en la Comedia, desde sus múltiples matices, logra mediante una trama que se articula entre el dolor y el desconcierto un despertar al asombro y a la posibilidad, a la comprensión de códigos que se desconocían al descubrimiento de lo que se ignoraba, a la aceptación del otro, en su forma de ser. Su sutileza y su fluidez, en tonos de un cierto candor, le otorgan a este film, que no cae en ese relajado sentimentalismo que suena insincero, una necesaria mirada sobre nuestra manera de estar frente a nosotros y a los demás.