Es tan difícil encontrar una buena comedia en la cartelera de cine por estos días (donde la moda pasa por refritar una y otra vez el humor zarpado de ¿Qué pasó ayer?) que cuando se conoce una propuesta como Amigos intocables uno logra comprender el suceso que causó en el público de muchos países.
No es una obra maestra y ya se contaron historias similares en el pasado, pero está tan bien trabajado el humor que junto con el notable trabajo de los dos protagonistas logra comprarte como espectador.
Este es el primer film que se conoce en Argentina de Eric Toledano y Olivier Nakache, quienes hace unos años vienen trabajando juntos. En este caso desarrollaron este proyecto luego de ver un documental en la televisión que narraba la particular amistad de un hombre tetrapléjico y su cuidador, quien consiguió ese trabajo luego de salir de la cárcel.
Amigos intocables logró ganarse la simpatía de la prensa pese que es un film que trabaja los temas de las discapacidades y la marginalidad con un frivolidad llamativa, como si los realizadores se hubieran cuidado de hacer lo más digerible posible estos temas al público.
El foco de la historia pasa por retratar como ese abismo que separa a los dos protagonistas, que tienen experiencias de vidas distintas, no es tan real y en realidad ambos hombres tienen más puntos en común de los que ellos se imaginan.
La película funciona principalmente por el trabajo de Francois Cluzet (loquísimo su parecido con Dustin Hoffman) y Omar Sy. La química de los dos es excelente y sumado a un guión que hace blanco en todos los chistes y situaciones graciosas, la trama ofrece un buen momento en el cine.
Reitero, no hay muchas comedias realmente recomendables en la cartelera por estos días y esta es una linda historia emotiva, sin golpes bajos ni excesos de melodramáticos que se disfruta y vale la pena tener en cuenta.