Toda una sorpresa resultó Tutto Quello che vuoi del director Francesco Bruni, destacado guionista que acompañó a Paolo Virzì en muchas de sus realizaciones, libretista también de la memorable Prefiero el rumor del mar (Mimmo Calopresti – 2000). El vínculo entre un veinteañero, vago y de pocas luces, con un anciano poeta con incipiente Alzheimer es una emotiva reflexión sobre la vida, las amistades, el amor y la reconciliación.
La relación recuerda a la de Gérard Dépardieu y Gisèle Casadesus en Mis tardes con Margueritte (Jean Becker – 2010) por la paz, los conocimientos y las enseñanzas que transmite el octogenario al joven de conducta desordenada que no tiene muy claro su futuro. Su nuevo trabajo como cuidador y compañero de caminatas del viejo escritor le abrirá el corazón, sacará a relucir sentimientos escondidos, estrechará lazos con los seres queridos y aflorarán virtudes insospechadas.
A la pareja central se suman personajes secundarios bien delineados en subtramas que cierran a la perfección. Risas y lágrimas se inmiscuyen en la platea, el público se divierte y llora a la par del protagonista con gran placer y no fruto de la manipulación. Aplausos y más aplausos acompañaron los créditos finales de una película inolvidable