Con puntos en común con la francesa Intocable, que tuvo su versión argentina, esta película italiana es un relato emotivo, pero lleno de sutilezas, de la relación entre un adolescente bastante bruto y el poeta, con mal de Alzheimer, al que debe cuidar por cuarenta euros la noche. Pero la riqueza del choque entre dos mundos es sólo el punto de partida para un estudio de personajes que es también de la naturaleza de la camaradería masculina, sin edades ni fronteras intelectuales. Quizá por eso Amigos por la vida emociona en sus escenas más felices, mientras se permite poner atención en esos detalles que describen el universo de chicos como el protagonista, pequeños delincuentes a primera vista. Entretenida, humana y emocionante.