Es tradición en Mumbai que las amas de casa envíen el almuerzo a sus maridos a través de un sistema de transporte eficiente y específico. Pero un día la compañia comete un error y envía el almuerzo a otro marido. El mismo va acompañado de una nota y a partir de ese momento ese esposo y esa ama de casa irán construyendo un mundo de fantasía entre notas que acompañan a la comida y amenazando poco a poco su realidad.