En la TV y el cine, la voz de Céline Dion suele representar la confirmación sonora de un gran amor representado en pantalla. De Titanic a La bella y la bestia -y también en los muchos films y programas que utilizaron las canciones de la artista canadiense de modo irónico-, la poderosa garganta de Dion es sinónimo de emociones desbordantes, de romances casi imposibles pero inevitables, de amores eternos y corazones rotos en proceso de reparación. El lugar de privilegio que tienen la cantante y los temas que interpreta en la cultura popular global ofician de catalizador para la trama de la comedia romántica Amor a primer mensaje. Basada en una novela de 2009 escrita por la autora alemana Sofie Cramer que en 2016 fue llevada adaptada al cine con el título de Un SMS para ti, la nueva película transforma a Dion en la celestina que Rob (Sam Heughan) y Mira (Priyanka Chopra Jonas) no sabían que estaban esperando.
Interpretándose a sí misma, la cantante -sin ser una gran actriz- aporta frescura y novedad a una trama que utiliza todos los clichés de la caja de herramientas de la comedia romántica y aún así logra salir mejor parada del ejercicio que muchas otras películas de su tipo. Si muchos creen que el mayor problema de la comedia romántica en estos tiempos de redes sociales, aplicaciones de citas y búsquedas de Google es sostener con una mínima lógica o coherencia “el impedimento” -ese elemento fundamental del género que hace que la relación entre los protagonistas resulte emocionante para el público hasta el punto de de llevarlo a suspender por un rato su cinismo- Amor a primer mensaje aprovecha esa complicación a su favor.
Los personajes centrales, la escritora e ilustradora de libros infantiles Mira y el periodista de música Rob se conocen gracias a las nuevas tecnologías. Ella, en duelo por la trágica muerte de su novio, decide escribirle mensajes de texto con la esperanza de volcar allí toda su melancolía y anhelo. Él se entera por Instagram que la mujer que lo dejó en el altar ya tiene una nueva pareja, una noticia que lo tiene bastante distraído en su trabajo. Así lo entiende su jefe, que le asigna un perfil sobre Dion junto con un nuevo celular laboral para controlarlo. Pero ocurre todo lo contrario. Resulta que el nuevo teléfono de Rob tiene el número del fallecido novio de Mira y los mensajes dulces, poéticos y emotivos que recibe lo fascinan como ninguna otra cosa en su vida. Incluida la diva de la canción canadiense, a la que le confiesa su peculiar enamoramiento con alguien a quien no conoce.
Con un elenco secundario que cumple con todas las reglas del género y ciertos momentos de genuina comedia que no vale la pena adelantar, la película funciona en gran medida gracias a las interpretaciones de sus protagonistas, que logran convencer de su potencial como pareja incluso cuando el guion exagera con diálogos demasiado melosos y cursis que suenan mucho más convincentes en una canción. Especialmente si la canta Céline Dion.