La maternidad a toda prueba
El colombiano Rodrigo García narra una historia coral en la que un denominador común une las piezas de un rompecabezas. Amor de madres es la historia de tres mujeres que buscan su felicidad. Y no es casual que uno de sus productores sea Alejandro González Iñarritú (Amores perros).
Karen (Annette Bening) entregó en adopción a su hija recién nacida. Pasó mucho tiempo desde esa terrible decisión y su vida no encuentra el rumbo que necesita. Hoy esa niña tiene 35 años y se llama Elizabeth (Naomi Watts) , trabaja en una firma de abogados e intenta hacer frente a sus problemas familiares. El destino irá uniendo los caminos de Karen, Elizabeth y Lucy, una afroamericana que quiere ser madre y no sabe si está preparada para ello.
Con mano segura y un clima emocional intenso, el director recorre los días de estos personajes y lo hace con un grado tal de dramatismo que logra transmitirlo al espectador. Además de la sólida trama cuenta con excelentes intérpretes para llegar a buen puerto.
Bening parece haber alcanzado el registro dramático adecuado (al igual que en Mi familia) en su madurez, entregando un personaje que pone distancia a los hombres y se niega a entregar su corazón. También está correcto Jimmy Smiths como el hombre que, luego de ser maltratado, finalmente logra conquistarla.
Por su parte, Naomi Watts siempre luce convincente en lo que haga, ya sea La llamada o 21 gramos; Samuel L Jackson reaparece en un rol más pequeño como el jefe que termina en la cama con Elizabeth; mientras que Kerry Washington es el tercer vértice de la historia.
La maternidad, el pasado y presente de tres corazones que parecen haber dejado de latir hace tiempo por diferentes motivos, son el motor del un film recomendable y no destinado únicamente a las mujeres.