Amor de medianoche

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Criatura de la noche

Sin madre, al cuidado de un padre sobreprotector y una única amiga como compañía, Katie pasó sus 17 años a la sombra, víctima de una rara enfermedad que le vuelve mortalmente vulnerable al sol. Pasó su infancia tocando la guitarra, viendo pasar cada día frente a su ventana a Charlie, el chico del que por alguna razón se enamoró a primera y lejana vista aunque no sepa más que su nombre.

Protegida detrás de ventanas especiales, durmiendo de día y viviendo de noche, la increíblemente bien adaptada adolescente sale por las noches para tocar su guitarra en la estación de tren del pueblo, donde aunque parece estar tan seguido como para hacerse amiga del empleado de la boletería, no se cruza con su amor secreto hasta el día de graduación.

Tal como indica el manual del género, los nervios y la sorpresa arruinan el primer encuentro. Pero oportunamente deja olvidada su libreta mientras huye, por lo que es muy fácil para ellos volver a verse e inmediatamente empezar una empalagosa -y bastante inocente- relación que espera encallar en cualquier momento ante la decisión de ella de omitir el detalle de su enfermedad. Prefiere buscar excusas para no verse de día antes que confesarle su realidad, por miedo a que ya no la vea como antes. Aunque ese antes no tenga más que una semana, el tiempo que llevan de conocerse.

Ni los amantes sobreviven

Sacada del manual del drama romántico adolescente, Amor de Medianoche toma todos los lugares comunes de una docena de tramas similares y los mezcla con el mensaje oculto de los slasher de los 80s, para resumir en una historia básica y con algunos golpes bajos, sin contar los momentos musicales que solo suman para estirar el metraje y justificar la presencia de Bella Thorne.

Justificar al hijo de Arnold es un poco más difícil, pero seguro tenga algo que ver el hecho de verse bien juntos en cámara, algo en lo que se les puede dar algo de crédito en el sentido más estereotipado. Poco de lo que sucede durante la película se justifica, pero es en la última parte donde los personajes se desdibujan sin mucha explicación y actúan de formas inconsistentes con lo que venían siendo, por más plano que eso fuera.

Nada de lo que propone Amor de Medianoche como película resulta medianamente interesante, pero para no quedarse ahí aprovecha a repetir un mensaje bastante reprochable y no solo por romantizar las enfermedades terminales. Continúa estereotipando las relaciones afectivas de formas irreales, donde alcanza con ver a alguien por una ventana para enamorarse durante una década y que -cuando finalmente se conocen- todo sale como había sido soñado sin ningún contratiempo, por lo que hace falta un conflicto externo y extremo para poner a prueba esa relación. Una prueba que es tan superficial como la historia que cuentan.

Conclusión

Con una trama que además de ya vista muchas veces es por sí misma previsible, actores sin mucho para ofrecer sobre unos personajes que no tienen mucho sentido, Amor de Medianoche no aporta nada ni como pasatiempo.