La protagonista debido a su enfermedad vive como en un bunker, su único contacto es con su padre y su amiga Morgan (Quinn Shephard) quien la visita todas las tardes. Pero una noche logra salir a tocar su guitarra por la ciudad y es cuando conoce a Charlie, ellos ya se veían por la ventana desde niños, ahora ya adolescentes vivirán una intensa historia de amor. Es como una vida de cenicienta moderna.
Su música es pegadiza, todo resulta meloso, se mezcla el drama y la comedia. Esta es una historia romántica ideal para adolescentes, si sos muy sensible seguramente vas a sacar el pañuelo, no hay ninguna sorpresa en esta película demasiado convencional que solo entretiene.