Como en el cine, pero mejor
Sí, es predecible y además resume un conjunto de estereotipos y clichés. Sin embargo, eso no significa en absoluto que Amor de película, dirigida por Sebastián Mega Díaz, sea una comedia romántica fallida. Todo lo contrario, fluye, entretiene y encima cumple con una de las reglas o postulados para este tipo de películas: la pareja protagónica es verosímil desde sus emociones y conservan la química necesaria para ese pendular de atracción y rechazo que define el rumbo de toda historia de amor.
Química, verosímil y humor es lo justo -tampoco hay que olvidarse de gotas de melodrama- y necesario para que valga la pena el visionado, con el plus de dos estrellas televisivas en ascenso como Nicolás Furtado y Natalie Pérez (uno como Diosito de la serie carcelaria adquirida por Netflix, El marginal, y la otra en la palestra de los medios por su rol en Pequeña victoria, tira emitida actualmente por el canal Telefé).
El tráiler es sumamente clarificador para concentrarnos en la historia y si a eso le sumamos el afiche queda en evidencia que existen en la trama dos planos, el de la realidad de un guionista y una actriz, cruzado con el de los personajes de un cortometraje, quienes viven las peripecias de una historia de amor. Como en el cine, pero mejor.