Las turbulencias del hombre actual
Aunque muy nominada para los premios Globo de Oro, finalmente logró un solo galardón en el rubro de guión. Y justificado porque es lo mejor de la película: su guión.
El director Jason Reitman (La joven vida de Juno) construye un relato minucioso y preciso en sus diálogos y en las situaciones que enfrenta el personaje central interpretado por George Clooney. Ryan, un experto en despedir al personal de diferentes empresas, vive arriba de los aviones y está a punto de llegar a las diez millones de millas de viajero.
Reitman atrapa al espectador desde el comienzo con este relato que sobrevuela por las relaciones afectivas de manera original, sin turbulencias narrativas y, a través de una mirada inteligente, examina al hombre actual.
La manera en la que el personaje de Clooney saca la foto de su ex esposa en diferentes escenarios del mundo, la acumulación de entrevistas donde los trabajadores son sorprendidos con su inmediato despido y el romance en puerta cuando aparece la mujer de sus sueños, son algunos de los tripulantes del film.
Clooney no juega al galán maduro y es buen intérprete con un papel detestable. Conoce a la perfección el rol que le tocó en suerte y no se desborda, se ajuste el cinturón antes del despegue. En su actividad, se topa con tanta gente, pero nunca llega a conocer a nadie en profundidad y, mucho menos, sentir empatía. Alguien lo tiene que hacer. Y quién mejor que él que no tiene los pies en la tierra.
Claro que todo cambia cuando se involucra con Alex (Vera Farmiga), su compañera de viajes, y aconseja a Natalie (Anna Kendrick)...