Amor sin Escalas es un film que nos lleva a la reflexión directa sobre fenómenos cinematográficos recurrentes, creencia en la llegada de un nuevo y prometedor cineasta, la herencia de talento, en fin, un compendio de interrogantes.
Jason Reitman ha dirigido hasta el momento dos films que han tenido gran repercusión en el mundo cinematográfico (Gracias por Fumar, La Joven Vida de Juno). La primera, independiente sobre la politica comercial de la industria tabacalera mundial, de bajo presupuesto, cínica y políticamente no correcta, logró notar el gran talento del director. La subsiguiente llegó de lleno con alma y espíritu al corazon de la cinefilia toda, instaurándose en uno de los mejores films en el año de su estreno, reconocimientos varios y la nominación a los tan ansiados premios de la Academia: Mejor Película. Nuevamete con una temática controversial, un embarazo en la adolescencia.
Con Amor sin Escalas, se plantea el siempre latente interrogante sobre Jason Reitman, el director. Luego del éxito de La Joven Vida de Juno, el entrar a una cadena de directores “requeridos”, con o sin proyectos propios, el tiempo llegó en que, Reitman aún mas, debe demostrar si su talento es verdadero, si filmó con la intención de generar lo que logró o si simplemente es un director de esos que pasan fugazmente por las marquesinas y luego destinan a ser olvidados.
Reitman es el hijo del reconocido cineasta Ivan Reitman, un director de comedias camp, algunas ya convertidas de culto, como Meatballs, la exitosa Los Cazafantasmas o, a mi parecer, su obra mayor: Presidente por un Día. Con Reitman Jr., tambien, se ve propuesto el caso de los hijos de cineastas que toman notoriedad gracias a sus padres, reivindican conocimientos adquiridos a modo de herencia, facilidades varias, una organización ya conformada. Con todas estas ventajas a cuestas, los resultados son arbitrarios, podemos encontrarnos con un farsante o un verdadero cineasta.
Amor sin Escalas, como ha sido su estilo, nuevamente toca temas controversiales, qué peor que meter el dedo en la llaga dentro de la sociedad estadounidense luego de la crisis mundial acahecida recientemente. George Clooney interpreta a Ryan Bingham, un señor cuya labor consiste en ser empleado por empresas (multinacionales en gran parte), para encargarse de notificar cara a cara a las personas que oportunamente serán despedidas de la empresa contratante, dar una última charla, contener, brindar una engañosa salida del sistema. Su trabajo consiste en viajar constantemente a lo largo de Estados Unidos, aprovechando cada oferta y promocion válida de compañías aereas, acumulación de millas, etc.
El personaje es rico en matices, Clooney, establecido en Hollywood como una nueva especie de Cary Grant, de quien conocemos sus aportes humanisticos, últimamente conjuga roles cinematográficos fiel a sus principios, con carisma, romance de por medio y crítica social, podríamos citar Buenas Noches y Buena Suerte, Syriana, Michael Clayton.
Lo secunda la hermosa Vera Farmiga, como un alter ego profesional a su altura. Y, Anna Kendrick en el rol de Natalie Keener, una jóven entusiasta que es adquirida por la empresa de despidos para facilitar y hacer instalar una nueva manera de trabajo en la empresa, un proyecto aun más alejado de la contención hacia el despedido. Este proyecto a emplear, no solo cambiará el establecido modo de vida de Ryan, si no, hara devenir sentimientos latentes en el, una coraza sellada y un crecimiento personal alejado de lo que el mismo tenia por sentado era el camino a seguir.
Amor sin Escalas, ha sido nombrada entre los mejores films del año, ha aparecido en toda nominacion imaginada y esto, para alguno, le brinda un mayor atractivo y expectativa a la hora de ver el film, de hecho, hay gente que a partir de estas nominaciones ya lleva consigo un referente que les permite perdonar absolutamente cualquier fallido en un film. Amor… no es un film original, menos aun, un film que vaya a cambiarnos nuestras vidas, es un film correcto, no escapa de la estanteria de films con moralejas, ni tampoco llega al lugar que La Joven Vida de Juno ha sabido ocupar. El éxito y rumoreo, radica en que es un film de critica sobre un tema candente, audaz y actual. La pérdida de trabajo gracias a un sistema que ha caído, y reivindica, saca a la luz situaciones intimistas que ocurren como consecuencia de tan grande colapso.
Reitman tiene tiempo todavía, demasiado, para pulir y concretar nuevos y mejores proyectos. El Oscar Buzz, ayuda a su acción, lo coloca en un lugar privilegiado que su padre lamentablemente no ha llegado a ocupar siquiera tardíamente. Caso comparable al de Coppola y Sofia, su hija, casi similar.