Un misterio llamado Ondine
La nueva película de Neil Jordan (El juego de las lágrimas, Entrevista con el vampiro) fusiona fantasía y realidad para hacer un alegato sobre la necesidad de creer en cuentos de hadas. Lo fantástico suplanta la falta de esperanzas en el mundo cotidiano que vive el personaje que interpreta Colin Farrell.
Irlanda. Un pequeño pueblo junto al mar. En él, se gana la vida como pescador Syracuse (Colin Farrell), al que todos llaman payaso por su pasado alcohólico. Pero un día como cualquier otro, en la soledad del mar, Syracuse recoge su medio mundo y encuentra una hermosa mujer, la Ondine del título original. La misma dice pertenecer a las selkies, una leyenda mitológica del mar. Ambos se enamoran y viven la fantasía hasta que la realidad se presenta violentamente.
Amor sin límites (Ondine, 2010) puede compararse con El juego de las lágrimas (Crying game, 1992) si tenemos en cuenta su clave “mágica”: la mujer. La mujer es la que trae consigo un misterio, dueña de un secreto irrevelable que arrastrará hasta las últimas consecuencias. Pero Amor sin límites es por sobre todo, una fábula a pesar de sus toques melodramáticos. Así se concibe. Una fábula que juega con sus metáforas y simboligismos acerca de la existencia.
De esta manera Ondine podría haber guardado su secreto hasta el final –en parte lo hace, nunca se revela porque a través del canto mejora la pesca de Syracuse- y el tono del film hubiera sido el mismo. La idea de creer en los cuentos de hadas para que la vida sea más amena se mantiene hasta el final.
Sin embargo esta fusión de tonos y géneros, hacen que en algunos pasajes Amor sin límites camine por la cuerda floja aunque no llega a caer. Lo extraordinario del mundo fantástico no alcanza a desestabilizar el tono dramático así como lo excesivamente trágico no alcanza a desquebrajar la fábula.
Neil Jordan quien también escribe el guión vuelve a sus fuentes. A su país natal, teniendo de protagonista a Colin Farrell también oriundo de Irlanda y a una historia acorde a sus pretensiones autorales, una fábula donde la mujer es la base de todos los misterios de la existencia humana.