El descubrimiento
Como sucedía en su película anterior, Diego Lublinsky (Hortensia) propone en Amor urgente (2018) un coming of age movie diferente, en el que la forma que contiene a la historia (escenarios construidos a partir de retroproyecciones), el tono de la acción y movimientos de los protagonistas, configuran el espacio ideal para que el humor y la delgada línea entre el ridículo y lo ingenuo, se impregnen con potencia en la propuesta.
Agustina (Paula Hertzog) es una joven que sigue los pasos de su excéntrica y extrovertida madre (Paola Barrientos), con quien convive tras la desaparición de su padre. Yendo de pueblo en pueblo, siempre le toca ser la nueva, aunque ya el tiempo la ha acostumbrado a los vaivenes y mudanzas. El nuevo lugar, la ciudad de Resignación la recibirá con una diferencia a los espacios anteriores: llegará al pueblo justo en el mayor momento de descubrimiento sexual por parte de los habitantes más jóvenes. Desde la ingenuidad, y siguiendo algunos comentarios que realizarán las chicas más “experimentadas” (Miranda de la Serna), Agustina se dejará llevar por la inocente seducción de Pablo (Martín Covini) para convertirse también en una adolescente madura a partir de su primera experiencia sexual.
La mentira como impulsor narrativo, y la confusión como disparador de la acción, consolidan un guion aparentemente simple, pero que va tejiendo -lentamente- el sentido necesario para que la lectura del relato vaya hacia donde tiene que ir: Caminatas de mentira, escenarios que avanzan sin siquiera pedir permiso a los protagonistas, una época histórica indefinida que subraya el desborde y la explosión del afuera en la vida cotidiana.
Con diálogos simples pero con una precisión milimétrica para construir el sentido necesario para el relato, Diego Lublinsky no busca traicionar al universo que crea para su película, al contrario, lo potencia y alimenta. Como una suerte de complemento sobre la mirada de la transformación de los jóvenes, que ya había iniciado en Hortensia, en Amor urgente la falsedad de los escenarios, sumado a la solemnidad de algunos tratos entre protagonistas, configuran la verdad de esta historia.
Se puede ubicar la pelicula a medio camino entre relatos televisivos de la vieja escuela, como La Familia Falcón, La nena, etc., y algunos sketchs de programas que revisaban ese material. La principal virtud de Amor urgente es contar, a su manera y con sus reglas, una historia ya vista muchas veces, pero que en la falsedad del dispositivo que utiliza para narrar, como así también en la claridad con la que el humor se introduce en los diálogos y acciones de los protagonistas, se consolida una frescura e inocencia, que impregna el sentido final de la película.