Amor y amistad, nueva adaptación del universo literario de Jane Austen.
Lady Susan Vernon es una viuda con una hija adolescente, con una situación económica apremiante. Haciendo uso de su poder de seducción buscará sutiles maneras de encontrar marido para ella y su descendiente.
Whit Stillman, realizador independiente estadounidense que debutó con Metropolitan (1990) en la que uno de los personajes estaba encandilado con la obra de Jane Austen, realiza una impecable adaptación de una corta novela epistolar de la misma autora, captando el espíritu de todo lo que en el original es un cuidado ir y venir de palabras escritas que destilan una corrosiva descripción de la sociedad inglesa de la época. Le agrega irónicas dosis de humor en pequeñas viñetas que presentan a los personajes, describiéndolos con bastante acidez.
De amor algo hay, lo de amistad puede cuestionarse, más bien lo que se muestra son relaciones por conveniencia, la inmoralidad con elegancia y la habilidad para manejarse socialmente con falsedad. Lo que maravilla de Amor y amistad es que, a diferencia de lo que ocurre en otros films de época, el realizador de Los últimos días de la disco, no se preocupa por mostrar en detalle mansiones, muebles, vestidos y escenarios, sino que pone el acento en los afilados diálogos, que son muchos, de todos los personajes.
Todo llevado a cabo por un elenco de singular encanto encabezado por Kate Beckinsale, Chloë Sevigny, Stephen Fry, Xavier Samuel, Morfydd Clark, Emma Greenwell y Tom Bennett.
En Amor y amistad las mujeres ejercen el poder de manejar los resortes de las relaciones, para amar, para elevarse socialmente o para manejar una familia. Nobleza y especulación con el encanto de Jane Austen, pero como si sucediera hoy en día.