Un señor jubilado (Richard, lejos de aquel cómico pero siempre buen actor) entra a un sitio de citas y comienza a chatear con una chica. Lo que lleva al deseo (de ella) de encontrarse: él le pide a su nieto que vaya en su lugar. La comedia y el drama agridulce se juntan en este film amable que habla de diferencias de edad y culturales, de un mundo complicado y de soluciones que no siempre implican la felicidad completa, todo hecho con oficio (otra cosa que escasea en estos días).