Michael Haneke es un director profundo, único. Ya lo desmostró en en “Cache”, en “La cinta blanca”. Aquí se mete con dos adultos mayores, ex profesores de música, talentosos Jean-louis Trintignant y Emmanuelle Riva. Cuando la enfermedad, el padecimiento, el dolor extremo nos ponen a prueba, para llegar a conocer casi quirúrgicamente la capacidad del amor, el sacrificio, el compañerismo, la ultima verdad de una relación de amor, de paternidad. Insoslayable, implacable, imperdible.