A punto de publicar su segunda novela, Philip tiene que lidiar con la deteriorada relación con su novia fotógrafa y su propio desgano en promocionar su libro. Se siente empujado a huir a las afueras de Nueva York, harto de las discusiones de pareja, las multitudes y el ruido constante de la gran ciudad. Cuando su ídolo, Ike Zimmerman, le ofrece su casa de campo como refugio, Philip conseguirá el tiempo necesario para centrarse en su tema favorito: él mismo.