Argentina es uno de los países más fumigados del mundo. Grandes extensiones de tierra son destinadas al monocultivo, la base del modelo agroexportador. La imposición de nuevas tecnologías ligadas al uso de agrotóxicos en las últimas décadas cambió la forma de enfermar y morir de los argentinos. Andrés Carrasco fue un reconocido científico argentino y ex-presidente del CONICET que denunció los efectos nocivos de los agrotóxicos en la salud humana, en pleno auge del modelo agroexportador en Argentina. Mientras ponía en jaque al sistema científico subvencionado por el Estado en connivencia con las empresas, se convirtió en un referente para las víctimas del modelo.