Esta es la historia de Andres, un niño de 8 años que en plena dictadura militar es testigo y entiende a su manera lo que transcurre a su alrededor.
Daniel Bustamante cuenta que hizo todo lo que el manual para realizar una opera prima dice no hacer: uno de los puntos es que una de las protagonistas es una actriz de renombre como Norma Aleandro, sin embargo , este film, pese a que la historia es sostenida por un niño, se sobrelleva satifactoriamente, los diálogos son consistentes y se siente un gran orgullo porque esta película sea argentina.
Compartiendo un poco la tónica de El secreto de Sus Ojos, este film también transcurre y toca el tema del proceso en la Argentina: La dictadura, no muy a fondo, sin golpes bajos, bastante light.
Andrés, no quiere dormir la siesta por que tiene los ojos muy abiertos, luego de la muerte accidental de su madre, debe vivir con su hermano junto con su abuela Olga, su tio Antonio y su padre, el cual descubre lo que para la familia es el resultado de la famosa frase “algo habrán hecho” (…)
Tal vez lo que se le puede llegar a criticar a el film es el no efecto que causará en una gran parte del publico, acostumbrado a lo obvio , el lugar común , ya que en ningún momento se muestra el centro clandestino que funciona en el barrio por dentro, o escenas de la madre militando, es que esta lejos de Garage Olimpo, pero cerca de ser una película para ver en familia y abrir el tema para explicar y debatir esta parte de la historia argentina que es oscura por lo que sucedió y no porque no se pueda ver lo que pasó durante la misma.
Teniendo en cuanta que quien redacta la ultima película argentina que vio fue Matar a Videla, se señala que la historia en varias oportunidades perdía el equilibrio y se inclinaba hacia el “no jugarse” pero se rescata la visión original sin llegar al extremo del film Màs que un Hombre.