Más enojados que nunca.
Angry Birds 2: la película es la secuela de la exitosa película animada del 2016, basadas en el aún más exitoso videojuego. Dirigida por Thurop Van Orman, de una larga experiencia como guionista de series televisivas de animación, en su versión original vuelve a contar con las voces de Jason Sudeikis como el pájaro Red, Bill Hader como el cerdo Leonard, Leslie Jones como la villana Zeta, Awkwafina como Courtney y Josh Gad como Chuck.
La historia comienza con los pájaros formando una tregua con los cerdos, cuando los habitantes de ambas islas comienzan a ser amenazados por bombas de hielo que llegan desde una tercera. Y es así como Red y Leonard encabezan una misión para detener los maléficos planes de Zeta y salvar así a los habitantes de sus islas. Esta trama principal va acompañada de una subtrama en la que tres pájaros bebé pierden los huevos de los hermanitos de uno de ellos, e intentan recuperarlos, y terminan cumpliendo un rol fundamental en el clímax.
Lo primero que vale la pena tener en cuenta es que esta película está destinada exclusivamente al público infantil, razón por la que los adultos podemos quedarnos afuera de muchos gags, a pesar de que resultan efectivos. Porque, al igual que las parodias dirigidas por Mel Brooks, son estos gags los que sostienen el argumento, subordinándose a él y justificando así la aleatoriedad de muchas situaciones o el hecho de que la canción Baby shark dance forme parte de la banda sonora, por ejemplo.
En cuanto al punto de vista técnico hay que señalar que Angry Birds 2: la película conserva la misma estética del videojuego que le dio origen, al igual que en su predecesora. Esta se basa en una animación similar a la de Hannah- Barbera, ya que no se preocupa por el realismo, hay cerdos verdes, por ejemplo, sino que da rienda suelta a la caricaturización anárquica de los personajes, en concordancia con el humor bizarro que maneja.
En conclusión, Angry Birds 2 es una película de animación que al igual que la franquicia de Shrek, utilizan el argumento para darle lugar a una enorme cantidad de gags efectivos destinados exclusivamente al público infantil. Es por eso que no necesariamente hace falta conocer el videojuego en el que se basa ni haber visto la precuela para que pueda ser comprendida y disfrutada, lo que le da mayores posibilidades de convertirse en un éxito de taquilla.