Animales Fantásticos – Los Crímenes de Grindelwald: Es hora de elegir.
El mundo de Harry Potter vive a través de Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald.
Todo fanático de Harry Potter le ha estado diciendo adiós a ese mundo por años. Primero a los libros, luego a las películas. Pero parece que ese universo fantástico aún tiene mucho para dar y, ya sea que nos haya gustado o no, siempre nos emociona ver llegar algo más.
Esta vez, lo que se presenta es la secuela de Animales Fantásticos. Cambiando el foco de la primera por uno más oscuro; en esta ocasión el mundo mágico se prepara para batallar entre los suyos. Y es que siempre va a haber distintas ideas en el mundo.
Es quizás la temática más antigua de la historia: aceptar a los que son diferentes. Luego de mostrarnos como Gellert Grindelwald (Johnny Depp) logra escabullirse de sus captores, se nos presenta a un Newt Scamander (Eddie Redmayne) que intenta no ser arrastrado dentro de las garras del ministerio (desde su punto de vista).
Pero es difícil ser imparcial cuando el mismísimo Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore (Jude Law) te pide que te involucres para salvar la vida de un inocente. Y más aún cuando tus amigos y familia están en juego.
Pero ese es solo el punto de partida. Porque esto es una montaña rusa. Una hermosa montaña rusa que, a través de la fantasía, nos mostrará lo fácil que es que cualquier idea parezca atractiva. Y lo mucho que las personas a veces están desesperadas por pertenecer o que sus relaciones sean aceptadas.
Refleja de forma indirecta varias de las dolencias que la sociedad actual presenta, todo esto envuelto en una vorágine constante de magia y aventura. Pero la historia es el centro y trae más de una sorpresa consigo. Entre ellas, la enigmatica Leta Lestrange (Zoë Kravitz) que deja de ser una foto en la valija de Newt para convertirse en un personaje lleno de contradicciones y de remordimientos que la vuelven muy interesante y misteriosa a la vez.
Por otro lado, Grindelwald es interpretado de principio a fin por Johnny Depp y es algo distinto dentro del mundo mágico. A muchos les va a gustar porque es Johnny Depp, pero parece un toque brusco en comparación a la calma general que parece rodear a los otros personajes. Aunque logra ser atrapante cuando empieza a promover su agenda y a atraer cada vez más seguidores a su bando. Porque si hay algo que los verdaderos villanos logran es ser carismáticos y apelar a los puntos débiles de quienes quieren atraer.
Y luego tenemos a uno de los personajes que más amor y odio genera en los seguidores de la saga: Albus Percival Wulfric Brian Dumbledore (Jude Law), porque si su nombre no es lo suficientemente complicado, es lo suficientemente poderoso. Y Law logra que con sus manerismos lo identifiquemos con el mago de barba que genera en todos sentimientos encontrados. Porque aquí lo tenemos, una vez más, jugando ajedrez detrás de escena. Pero con una elegancia que es innegable.
De todas formas, el corazón del film son Newt, Jacob Kowalski (Dan Fogler), Queenie Goldstein (Alison Sudol) y Tina Goldstein (Katherine Waterston). Personajes que quieren salvar al mundo, ser entendidos y no tener nada que ver en el desastre que se le avecina al mundo mágico. Pero aquí están y es hora de elegir bandos. ¿Qué depara el futuro para Queenie, enamorada de un no-maj con quien no puede casarse porque es ilegal? ¿Para Tina, que fue ascendida a Auror y tiene la orden de cazar y matar a Credence a pesar que no esté de acuerdo con ese accionar? Como dijo Dumbledore alguna vez: “Muy pronto tendrán que elegir entre lo que es correcto y lo que es fácil”. Y para nuestros personajes, ese momento es ahora.
Decisiones son muchas las que trazan la historia de Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald. Entre ellas también encontramos a Nagini (Claudia Kim) y a Credence (Ezra Miller). La primera condenada a convertirse en serpiente permanentemente con el paso del tiempo. El segundo perdido y decidido a descubrir quien es, pero lidiando con los intereses que el mundo tiene sobre él. Aunque mucho queda por descubrir sobre el joven mago… (y no digo más porque como se viene diciendo en redes, tenemos que #ProtectTheSecrets).
Como es de esperarse cuando la magia está de por medio, el film es colorido y oscuro a la vez. No para un segundo pero es imposible perderse de algo. Y visualmente es hermoso como trajeron a la vida a Inglaterra y París en los años 20. Sin contar que visitamos una vez más Hogwarts y eso, mis amigos, no tiene precio. Aunque no voy a negar que alguna que otra escena puede llegar a marear si no estás preparado.
Y como es de esperarse, con Newt de por medio, los animales fantásticos con moneda corriente y ninguno quedará sin salvar o proteger. No mientras Newt “me llevo mejor con los animales que con las personas” Scamander esté cerca.
Animales Fantásticos: Los Crímenes de Grindelwald logró lo que contados libros, series y films ha logrado en los últimos años: dejarme con ganas de quedarme sentada en el asiento hasta el año que viene porque no es posible que nos dejen pagando así. Pero lo logró. Y a pesar de que podemos llegar a diferir en el nivel de amor que nos genera el film, es lindo saber que la magia vive.
P.D: Va a ser interesante ver la reacción del mundo una vez que se estrene. Ya verán…