Harry Potter encuentra a Carrie. Hay algo muy oscuro que subyace en el spinoff de la saga del niño mago Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos, que lo vuelve tan fascinante y sofisticado como, a la vez, poco excitante. Demonios poseedores de niños a los cuales terminan matando, huérfanos golpeados salvajemente por su cruel madre adoptiva (he allí la referencia al filme de Brian DePalma), fanáticos religiosos que presagian (con tanta convicción que asusta) un apocalipsis mágico, supermagos racistas que creen que es hora de aplastar el mundo del hombre. Y mientras que todo esto está salpicado con una creatividad desbordante, el problema es que el barco está timoneado por un nerd y su apocada compañera de aventuras. Es una gran perfomance de Eddie Redmayne, sin lugar a dudas, pero no sé si esta versión autista de Hugh Grant era el héroe que precisamos ahora.
El olor a codicia y oportunidad de negocios está latente en la piel de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos; los 8 billones de dólares que recaudó Harry Potter no es moco de pavo y, si la máquina de esciribir aún está caliente, aún estamos a tiempo de agarrar a J.K. Rowling en su mejor momento. En todo caso el intento oportunista de Fantastic Beast... termina convirtiéndose en otro Rogue One: un spin off que salió de la nada, que esperábamos lo peor y que termina siendo una deliciosa sorpresa. Como si J.K. Rowling respondiera a los ruegos de la Warner, ahora ha inventado una escuela de magos (y un mundo mágico) en la desabrida Estados Unidos. Europa es la tierra de Merlin, los dragones milenarios (y los caballeros de ilustre armadura que salen prestos a combatirlos), Drácula y otros demonios de la noche, el Golem y quichicientas criaturas mas de diverso porte y origen; pero en la industrializada nación norteamericana no existen semejantes tradiciones y leyendas a menos que cuenten, claro, a las leyendas indias y a la quema de brujas en Salem. Meter un Hogwarts yanqui es extremadamente traído de los pelos (y aquí hay una confederación que elige democráticamente a sus miembros, en este caso una morena en plenos - y retrógados - años 20!), pero responde a una imperiosa necesidad del departamento de marketing en complacer al público mayoritario que hace los billones de dólares en la taquilla. Al ubicar la acción en los años previos al crack bursátil de 1929 camufla bastante la falta de estilo que evidencia los Estados Unidos.
La historia es mas simple de lo que parece: torpe especialista en criaturas mágicas llega a EEUU para estudiar las bestias autóctonas del continente norteamericano. Al flaco se le escapan unas cuantas y, en su afán de recuperarlas, involucra a un humano (Dan Fogler) que le ayuda a atraparlas aunque no pueda creer lo que están viendo sus ojos. Una torpe policía de la confederación de magos los apresa y los lleva ante las autoridades, pero éstos están mas ocupados con la presencia de una entidad demoníaca que asola Nueva York a plena luz del dia. Pronto los tipos creen que se trata de una criatura mas que se le escapó al especialista inglés, razón por la cual lo apresan y lo interrogan. Ahí el británico descubre que una de las autoridades (Collin Farrell) tiene un interés excesivo en encontrar a la fuerza demoníaca, quizás con el fin de obtener todo su poder para sus oscuros fines personales. El british, el muggle Fogler, la policía mágica y su seductora hermana apañan el escape y van a ubicar al demonio mientras éste parece mas desatado que nunca. Y mientras tanto Farrell tiene su propia pesquisa sobre el bicho, el cual parece estar relacionado con un grupo de fanáticos religiosos (desciendentes de los inquisidores de Salem) que están convencidos de que las brujas existen en pleno siglo XX y hay que perseguirlas.
Una de las mejores cosas de Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos es el despliegue visual y creativo que hace. Las criaturas fantásticas son realmente asombrosas, las visitas al bajo mundo neoyorkino de los magos es fascinante, el casting tiene un par de agradables sorpresas, y el tono va de lo intenso a lo cómico. Incluso Farrell - que es un tipo tan intenso que a veces raya en lo camp - termina con honores en un rol de villano que le exige clase (algo inusual para él pero que logra cumplir con creces). Los secundarios son fantásticos - la deliciosa Alison Sudol como la pícara hermana de la protagonista, capaz de leer las mentes y poner en aprietos a mas de uno; y un formidable Dan Fogler que se roba todas las escenas en donde aparece, dando el toque humano (y cómico) que el filme precisaba -, pero la dupla principal deja que desear. El problema no es la perfomance, que es muy buena, sino cómo han escrito estos caracteres. Harry Potter era heroico porque era un tipo común que llevó una vida desgraciada y que hoy se encontraba con el reto de superarse para poder enfrentar al letal asesino que liquidó a sus padres; pero aquí Redmayne es Rain Man con varita mágica, un tipo de buen corazón pero tan esquivo y antisocial que resulta dificil congraciarse con él - no es el héroe mas excitante del mundo -. Lo mismo pasa con Katherine Waterston, que es bastante tímida e insulsa. Los duelos de estos dos con Farrell son mas efectistas que efectivos, rutinas de efectos especiales carentes de emoción. Por contra los cinco minutos finales del filme son mucho mas emocionantes simplemente porque todo se reduce a estos personajes - no varitas, no rayos de luz ni criaturas digitales - cuatro tipos que dejan brotar sus emociones a flor de piel, se aprecian y se extrañan con locura en el momento de la partida. Hubieran creado algo parecido a mitad del filme, y estos personajes nos hubieran resultado mas cercanos y apasionantes.
Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos es una pelicula sólida y espectacular - una de las mejores del universo Potter -. Tiene momentos oscuros que la hacen mas para adolescentes que para niños; pero J.K. Rowling y David Yates han demostrado que no le han perdido la mano y han creado una obra inteligente y original, con el unico detalle que sus héroes son demasiado palurdos como para ser simpáticos... aunque al final hay señales de que parece haberle agarrado la mano como para hacerlos potables y capaces de evolucionar. ¿Si vale esto toda una nueva franquicia?. El dinero manda. Hay un Voldemort de segunda en la figura de Johnny Depp - el cual es bastante amenazador en los dos segundos que está en pantalla, demostrando que el pirata borrachín sigue siendo un actor de la hostia cuando quiere - y eso anticipa lio para rato. La verdad es que no me desagradaría ver una segunda entrega, aunque le pediría a Rowling que haga a su Newt Scamander menos Sheldon Cooper y mas Luke Skywalker, un ingenuo que termina transformándose en un guerrero que combate el mal sin perder la sencillez de su esencia.