El mejor regreso al mundo mágico
Estamos en 1926, plena entreguerras, cuando Nueva York empezaba a perfilarse como la megalópolis por excelencia. Allí desembarca Newt Scamander (el oscarizado Eddie Redmayne), con apenas una valija a cuestas. No es una maleta cualquiera, alberga un tesoro de seres fantásticos al que sólo la magia permite acceder. Seres únicos, maravillosos, adorables... y peligrosos. Salvo para Newt, quien se siente más cómodo entre ellos que interactuando con los humanos.
Desde ese encabezado, en apenas un puñado de escenas, el universo creado por la británica J.K.Rowling queda expuesta con absoluta naturalidad. Como si esta historia, con otros personajes, en otro rincón del mundo y ambientada 70 años antes de la saga de Harry Potter, hubiera aguardado desde siempre su momento. Todo encaja con naturalidad y encuentra sentido en “Animales fantásticos y dónde encontrarlas”, y por eso es una película tan disfrutable.
La propia Rowling escribió el guión -se encargará también de las próximas entregas de esta saga-, mientras que Peter Yates mantiene el control del proyecto. Ya había dirigido las últimas cuatro películas de Harry Potter y haber mantenido la estética y el tono de la serie es uno de sus aciertos. También el ritmo narrativo que emplea, a veces pausado, a veces trepidante. Yates parece haber nacido para este trabajo.
Hay infinidad de guiños para los fans, pero también una alfombra roja para quienes descubren este universo. Porque a la par del componente fantástico, y este es el mayor mérito de Yates y de Rowling, lo que sigue predominando es la empatía que generan los personajes y su compromiso por la amistad. Más que deslumbrar, “Animales...” divierte y emociona, y eso es mérito de la química que fluye entre Newt, Kowalski (brillante Dan Fogler), Tina (Katherine Waterston) y Queenie (Alison Sudol). Juntos lucharán contra una fuerza malévola y destructora. Bienvenidos.