Animales fantásticos y dónde encontrarlos es un copetín ameno para matar el tiempo, mientras esperamos que el Ojo de Agamotto restaure la verdadera magia en los cines la semana que viene con la llegada de Doctor Strange.
A modo de entremés la cartelera nos presenta la primera entrega de esta serie de precuelas forzadas que ante la falta de ideas creativas se volvieron moneda corriente en los estudios de Hollywood.
De esa manera nos encontramos con esta clase de producciomes desesperadas por construir una nueva franquicia, en lugar de ofrecer una gran historia que justifique la expansión de los universos de ficción que trabajan.
Obviamente si sos un fanático apasionado de Harry Potter esta cuestión no te importa en absoluto y vas a celebrar cualquier cosa que hagan, aunque se trate de la historia de los abuelos de Dobby.
De hecho, Animales fantáticos está claramente dirigida a los fans adultos que en la última decada se criaron con la saga de Potter en el cine y la literatura. La gente que no esté familiarizada con los libros se va a quedar a fuera de muchos detalles que se trabajan en esta propuesta.
Un tema que también está presente en el tono que el director David Yates le dio a la dirección. A diferencia de los primeros dos filmes de Potter que eran más familiares, la nueva película se mete en un terreno oscuro de muerte y violencia desde las primeras escenas.
Ahora bien, para los espectadores que no son fan de la saga el film ofrece un cuento decente de fantasia que logra ser entretenido, si bien no está a la altura de los rídículos elogios exagerados de los fans y la prensa internacional.
La película tiene algunas virtudes que me merecen ser destacadas.
En principio la novedad más importante es que J.K.Rowling, como guionista de este proyecto revirtió una de las mayores debilidades de la saga Potter.
Algo que siempre detesté de esta historia es que tanto los magos como los elementos fantásticos fueron retratados dentro de una comunidad amish que estaba recluida en sí misma.
Ser mago sólo era relevante en el ambiente de Hogwarts, ya que la magia era obsoleta en el mundo real donde los personajes no tenían ninguna influencia notable.
En Animales fantásticos Rowling abríó el juego y es interesante ver a los hechiceros interactuando en un mundo real donde sus acciones generan consecuencias graves.
Ese aspecto de la historia está muy bien trabajado y le dio un matiz diferente al mundo de fantasía que propone la autora.
El problema de este film es que está sostenido con personajes secundarios olvidables que no tienen la fuerza suficiente para genera entusiasmo por el conflicto que se presenta.
Esa dinámica tan especial que tenía el equipo que conformaban Harry, Hermione y Ron acá está ausente y los protagonistas no son para nada atractivos. Al menos como para seguirlos en cuatro películas más como ya se anunció en los medios.
Newt Scamander (Eddie Redmayne) es simpático y sus relación con los animales fantásticos resulta emotiva, pero es un personaje débil e irrelevante que podía haber sido un maestro más de Hogwarts en los filmes originales.
No obstante, lo peor pasa por el decepcionante tratamiento que le dio Rowling a los personajes femeninos. Algo que llama la atención teniendo en cuenta que ella creó muy buenas heroínas y villanas en esta saga.
Tina Goldstein (Katherine Wasterton) es un personaje insulso y aburrido que no trasnmite nada y peor resulta su hermana Queenie (Alison Sudol), cuya única función es la de servir de interés romántico al sidekick de Scamander.
El equipo de héroes es muy pobre y no generan entusiasmo por verlos juntos en más historias.
Por otra parte, Ezra Miller, quien interpreta al clásico personaje torturado de las obras depresivas de Rowling, se desempeña en una película diferente.
Es decir tenés la historia de Scamander con sus animalitos y el rol de Miller aparece en otro conflicto aparte que dejá numerosas incógnitas sin resolver obviamente porque hay que vender las futuras continuaciones.
David Yates hizo un trabajo decente con los aspectos visuales y las secuencias de acción, pero queda claro que este año su atención la puso en La leyenda Tarzán más que en este film que realizó en piloto automático.
Probablemente a medida que la trama se meta de lleno en el reinado de terror de Gellert Grindelwald esta nueva saga se vuelva un poco más atractiva.
Reitero el film es entretenido y se deja ver pero no es para nada una de las grandes producciones del año como se exagera en muchos medios de comunicación.
Probablemente el fan de Potter la vivirá con otra intensidad, pero para el resto del público es una película más de fantasia.