En su segundo largometraje, “Animales Nocturnos”, Tom Ford presenta la historia de Susan Morrow (Amy Adams), una mujer que trabaja en una galería de arte y que se encuentra inmersa en una relación que la hace infeliz.
Un día recibe el manuscrito de una novela escrita por su ex marido, Edward (Jake Gyllenhaal), que cuenta la historia de un hombre que busca vengarse de quienes asesinaron a su mujer y su hija, y que va a retrotraerla a los momentos de su relación con este todavía novato escritor.
“Animales nocturnos” no sólo se destaca por el argumento que cuenta, sino también por cómo lo hace. La estructura narrativa que presenta Ford no es clásica; es compleja pero no por eso confusa. En este relato enmarcado (un relato dentro de otro) tenemos tres historias distintas: la actualidad de Susan, la novela escrita por Edward y el recuerdo de su relación. Si bien estos relatos se van intercalando, el espectador siempre es consciente de en qué historia se encuentra.
Cada una de ellas posee un clima y una estética particular, pero a medida que la narrativa avanza, las historias se van relacionando cada vez más.
Incluso las distintas temáticas que se van a ir tratando son transversales a los tres relatos, haciendo una crítica a la frivolidad del arte, a la debilidad del ser humano, la culpa y la venganza, entre otras.
La interpretación de lo que va ocurriendo queda a cargo del espectador. El film presenta todas las piezas para que el público termine armando su propio rompecabezas. Sin dudas es una película que va a resonar en la cabeza del espectador una vez finalizada e incluso va a fomentar el debate de las distintas interpretaciones.
Mención aparte para el elenco conformado principalmente por Amy Adams y Jake Gyllenhaal. La actriz encarna de una buena manera a esta dueña de una galería de arte cínica, infeliz, y acomplejada por su familia; mientras Gyllenhaal compone nuevamente a un personaje hecho a su medida. El actor se destaca sobre todo cuando interpreta a Tony, el protagonista de la novela, un hombre que perdió de una manera trágica a su mujer e hija. Y logra mostrar este límite difuso entre la debilidad y la fortaleza del ser humano.
Con un clima sombrío y crudo, “Animales nocturnos” es un film superior, desde la historia que se cuenta hasta la manera en la que se lo hace. El espectador quedará perturbado y reflexivo, buscando una posible interpretación de la película. Con grandes actuaciones de Adams y Gyllenhaal, el segundo largometraje de Ford cautiva en todas sus formas.
Puntaje: 4/5