La novela Anna Karenina de Leon Tolstoi 1875- 1887, fue llevada al cine, varias actrices encarnaron este atrapante personajes: Mariya Germanova, Sophie Marceau, Greta Garbo, Vivien Leigh, Tatiana Samoilova, y Keira Knigtley, entre otras.
La actriz rusa Elizaveta Boyarskaya encarna a Anna Karenina en una versión para la televisión rusa de varios capítulos. Su narración comienza cuando vemos a Anna Karenina está en la estación tren de Moscú, allí conoce casualmente al conde, Aleksis Vronsky (Max Matveev), militar y es un noble rico. Pero Anna es una mujer comprometida está casada con un burócrata gubernamental Karenin (Vitaliy Kishchenko) padres de un niño Sergey Karenin.
Pero a partir de aquel momento sus corazones quedan flechados y unidos, Vronsky y Anna, viven un amor prohibido, la alta sociedad los juzga y vamos conociendo mas a cada uno de los personajes a través del flashback porque la trama los sitúa en distintos años.
El film tiene un toque especial porque está narrada a través de dos miradas, por el hijo de Anna ya adulto Sergey Karenin (Kirill Grebenshchikov), que se encuentra con un oficial herido que es nada menos que el Conde Vronsky, quien amo a su madre con locura. En medio del caos porque tiene de fondo la guerra ruso-japonesa ellos reviven su juventud, el amor y la tragedia. Además otro de los personajes pero en la actualidad es una adolescente china, de nombre Chengshuang (“nacida en primavera”), resulta entrañable.
La reconstrucción de época es impecable, estupendos interiores, vestuario, música y bailes de salón, de gran despliegue, atractiva atmósfera y tremendas batallas, además se habla del amor, la hipocresía, el machismo, la política y con correctas actuaciones. Su narración es clásica y en actualidad resulta algo antigua, ante un guión poco sólido, resulta un poco aburrido, se comienza a sentir su extensa duración y en distintos momentos se termina mirando el reloj.