Annabelle 2: El regreso (triunfal) de la muñeca maldita
Si te encantó El Conjuro (The Conjuring, 2013) y esperabas a Annabelle (2014) con ansias pero te decepcionó, no te aflijas, Annabelle 2: La Creación (Annabelle: Creation, 2017) es todo lo que esperabas y más.
Dicen que “segundas partes nunca son buenas”, pero algunos se olvidan que, cuando la primera es un fracaso, la segunda (si hay viabilidad) puede mejorar el universo ya creado y potenciarlo. Esto sucede con Annabelle 2: La Creación: la secuela del spin-off (uff!) de esta muñeca que apareció en el universo de James Wan regresa para contarnos sus orígenes, la verdad del por qué de todo. Y no defrauda al contar una historia que cumple lo que promete: ASUSTARTE.
A mediados de los años 40, el matrimonio Mullins pierde a su hija en un terrible accidente y deciden recluirse en su hogar hasta que, una década más tarde, deciden albergar en su casa ya visiblemente deteriorada por el abandono personal y emocional, a una monja con un grupo de niñas que sufrieron el cierre de su horfanato. Dato de interés: Samuel Mullins (Anthony LaPaglia) es un fabricante de muñecas que crea una versión limitada de la que más tarde conoceremos como la famosa “Annabelle”.
Las huérfanas tienen toda la casa Mullins para ellas, excepto el antiguo cuarto de la pequeña fallecida y el dormitorio donde yace enferma la señora Mullins (Miranda Otto). Si bien la mayoría de las niñas se adaptan perfectamente, Janice (Talitha Bateman) siente trsiteza al creer que no será adoptada nunca por una familia debido a sus secuelas tras la poliomielitis que sufrió. Su mejor amiga y compinche, Linda (Lulu Wilson), es el pilar donde se apoya ante la adversidad, pero la debilidad interior de Janice hará de ella un blanco para la presencia oscura que habita la casa y se irá apoderando de ella poco a poco.
Debo confesar que luego de haber visto la primera parte de este spin-off, asistí con pocas (o nulas) expectativas para ver esta secuela/precuela, y tengo que decir que me equivoqué horriblemente: Annabelle 2: La Creación es un film que expande el universo de The Conjuring pergeñado por James Wan, y esto es mérito de su director David F. Sandberg, al que conocemos por sus cortometrajes perturbadores y luego por extender su más famosos en el largo Cuando las luces se apagan (Lights Out, 2013), que si bien no fue de mi agrado, fue la entrada por la puerta grande de este realizador.
Sandberg sabe manejar momentos de tensión, la iluminación, el montaje y la música para crear un ambiente tétrico en lugares comunes, como el interior de una casa. Claro que hay muchos clichés del género en este film, pero la manera de contar la historia hace que no les des importancia y sigas esperando que va a pasar en el momento siguiente.
Otro de los aciertos es el casting: la dupla de niñas protagonistas son muy carismáticas, tanto Bateman como la experimentada en el género, Wilson quien ya actuó en Ouija: El Origen Del Mal y Deliver Us From Evil. El resto del cast cumple y son funcionales a la trama correctamente.
Por último quiero agregar que Sandberg utiliza los mismos métodos de susto (como los Screamers) pero en menor medida, y el film no espera para dar a conocer el Mal que habita en la casa, proporcionándole un ritmo que no decae luego de la primera media hora. Y a estar atento, porque el “Universo Wan” se expande metiendo referencias a próximos spin-off de The Conjuring, ademas de tener dos escenas post-créditos.
Anabbelle 2: La Creación es un digno film de horror, que se complementa y expande el universo creado por James Wan, y esta vez sí que vale la pena.