Del equipo de El conjuro, y con el matrimonio Warren como anzuelo, esta tercera incursión en los horrores de los que es capaz la muñeca Annabelle (que pronto tendrá compañía en las salas con El muñeco diabólico) ofrece bastantes clichés y unos pocos sustos. Como saben muy bien el poder que tiene la muñeca para transmitir mensajes de El Mal, los Warren la tienen guardada en una vidriera junto a otros objetos temibles en el cuarto prohibido. ¿Y qué es lo primero que hacen la niñera de su hija y su amiga curiosa? Ir a buscarla, claro. Con las chicas abriendo la siniestra caja de pandora, solas en casa, Annabelle 3 linkea con la saga Scream, pero sólo hasta que las apariciones y los fenómenos inexplicables empiezan a aparecer. Con el ritmo de los golpes de efecto (sonoro) en reemplazo de una buena historia para contar.