Después de una década de trabajo como guionista en proyectos de terror, especialmente a lo largo del último lustro, Gary Dauberman eligió con inteligencia su debut como director. Digamos que tras la primera entrega de Annabelle, en el 2014, la vara quedó demasiado baja. David F. Sandberg hizo mucho por la muñeca maldita con la lograda Annabelle: Creation, con lo que el novel realizador la tuvo más fácil a la hora de encarar Annabelle Comes Home. Sin ser superior a la mencionada segunda parte, es claramente mejor que la primera, y ofrece un digno divertimento a lo largo de sus 106 minutos.