Con eso no se juega.
Annabelle 3: Viene a Casa es una nueva entrega de este universo cinematográfico de películas de terror que comenzó con El conjuro. La dirección está a cargo de Gary Dauberman, guionista de sus dos precuelas, además de muchas otras películas del género. Y en este caso sus protagonistas son Mckenna Grace, de una larga trayectoria actoral pese a su corta edad, Madison Iseman, Michael Cimino y Katie Sarife, acompañados por Patrick Wilson y Vera Farmiga, que tienen una breve participación como el matrimonio Warren.
La película comienza con una breve explicación del matrimonio Warren sobre cómo esta muñeca llamada Annabelle funciona como canalizador de espíritus impuros, con el objetivo de que estos posean a las personas. Y acto seguido vemos como ellos la llevan a su casa y la encierran dentro de una vitrina sagrada. Empero, mientras ellos están de viaje dicha vitrina es abierta por una joven escéptica, Daniela (Katie Sarife), liberando así a una gran cantidad de espíritus en busca de personas a las que poseer.
Lo primero que vale la pena destacar es que no parece ser una ópera prima, ya que Gary Dauberman, su director, maneja muy bien esta puesta en escena inspirada en el cine de terror de la década del 70. Para ello construye climas de suspenso que son rematados de forma sorpresiva buscando sobresaltar al espectador. Y para lograrlo juegan un papel fundamental tanto la oscuridad de la fotografía de Michael Burgess como la música compuesta por Joseph Bishara que recuerda a la utilizada en las películas de Alfred Hitchcock. Es así como vemos aparecer de repente entidades demoníacas en lugares inesperados o algunos objetos se muevan solos y de forma violenta por la casa.
Pero toda esta puesta en escena tiene sentido, precisión de quien lleva adelante la acción que desencadena el conflicto principal, es decir Daniela, una joven en crisis por el fallecimiento de su padre que manipula al resto de los personajes para comunicarse con él. Y si tenemos en cuenta que la película transcurre en un universo diegético acorde con la doctrina de la Iglesia católica, resultan verosímiles los acontecimientos, algo similar a lo que ocurre en El exorcista, y no se limitan a acumular golpes de efecto como en la franquicia de Actividad Paranormal.
En conclusión, Annabelle 3: Viene a Casa es una película que cumple las reglas del género de terror. Y lo hace de forma efectiva haciendo participe al espectador tanto en las intrigas como en los sobresaltos tal como lo siguen haciendo todavía hoy los grandes clásicos.