Los demonólogos Ed y Lorraine Warren deciden llevar a la muñeca Annabelle a su casa y toman una carretera especial de poco tráfico para evitar posibles accidentes, por el gran poder maligno que esta posee puede provocar que el motor de su coche tenga desperfectos y sucedan hechos terribles. Finalmente llega esta muñeca (que se encuentra poseída por un espíritu maligno) a la casa y guardan en una habitación que forma parte de un museo porque allí se encuentran encerrados varios objetos poseídos y la guardan adentro de una vitrina con una serie de recaudos.
En breve llega el cumpleaños de su hija Judy Warren (muy bien interpretada por Mckenna Grace, “Amityville: El despertar” y su próximo papel es en Ghostbusters 3), como algunos saben a que se dedican sus padres muchos no quieren ir a su casa. Los padres de esta joven deben irse de su casa y dejan a su hija (ya esta muñeca atacó a la niña cuando era más chica) con una niñera llamada Mary Ellen (Madison Iseman) y con una amiga Daniela Rios (Katie Sarife), quien resulta ser muy curiosa y logra ingresar a ese museo prohibido donde se desata un terrible infierno.
En esta oportunidad la historia se encuentra protagonizada por un elenco más juvenil, los recursos visuales son buenos, resulta bastante oscura y con buenos elementos para generar mayor: suspenso, sustos, fantasmas, monstruos y apariciones esporádicas. Resulta escalofriante, tiene momentos de humor y diversión, acompaña su música y sonidos y todo forma parte de un gran show de terror juvenil. Muchos de los objetos que se encuentran en se cuarto terrorífico dejan un abanico de oportunidades para continuar con nuevas historias.